Un día en
Meda nos contaron que había un castro después de Padra, entre Prada y Meda.
Supuse que sería por la curva do Lobo, pues siempre me intrigó ese monte.
Se lo
comente a mi amigo Juan Carlos de Prada, pues habíamos hecho algunos reportajes
para su blog, si conocía ese castro y nos contesto que, ni su padre ni nadie lo
conocía.
Cuando se
enteró que ya estaba catalogado por un arqueólogo , y nos lo dijo para que lo buscáramos y subir las fotos a su
blog.
CASTRO
OS CABECEIROS-PRADA-A VEIGA.
La primera vez que subimos, lo hicimos por el camino
que está en el cruce en Prada - A Veiga - O Barco de Valdeorras, un camino de
tierra en muy buen estado, un bonito paseo. Después de una larga
caminata, llegamos a un alto que creíamos era el castro, al encontrar paredes y
lo que parecía un foso.
Ya en casa y mirando otra vez el mapa nos dimos cuenta que nos había faltado muy poco para haber llegado a lo que realmente era el castro Os CabeceirosAñadir leyenda |
Después de subir un buen trecho llegamos
a una pequeña explanada que se extendía en la falda del pico del monte, en
forma semicircular, allí vimos la primera pared, fue muy emocionante y a medida
que la íbamos limpiando de maleza y viendo la perfección de como las piedras
permanecían bien colocadas, nuestro gozo aumentaba
Después de haber limpiado un tramo, nos
sentamos a comer bajo un roble repleto de bellotas y como panorámica, la
belleza azul del Xares
Continuando por el camino lleno de helechos vimos otra
pared, esta vez en la parte de arriba y un poco más alta que la anterior. Pepe,
la limpió de helechos y gruesas "xestas", lo suficiente para poder
hacer la foto y disfrutar de tan maravillosa visión. Este muro nos llevo hasta
el final del "camino" en donde terminaba y se abría un descampado por
toda la ladera del monte.
pared o muro superior, Pepe vio otro
mucho más alto en la parte de abajo, ya era un nivel inferior del terreno y que
formaba la "terraza" superior. El terreno tiene varios niveles y siguiendo la forma circular, aunque todo está lleno de
maleza, se nota perfectamente por donde están los muros, las mismas retamas
hacen esa forma semicircular.
Seguimos hasta la otra cima, allí llegamos
al camino de de la vez anterior. En la cima algunos pequeños montones de pizarra y un pequeño habitáculo, como una caseta,
aprovechando la roca para construirla, es decir, dos paredes laterales y la
posterior la misma roca, como la que vimos después en el otero anterior donde
está el castro y, ahí, si nos llamo la atención.
Aunque me dio un poco de temor meterme en
el foso, pues me cubría, era la única forma de llegar a la cima y no podía
haber llegado hasta allí, con las piernas destrozadas y las moscas pesadas que
había a miles, y no coronar la cima. Fue increíble, lo que debió ser un inmenso
muro se perdía monte abajo con una anchura de unos 2 metros, y aunque ya no
tenía la forma de muro, era impresionante.
Realmente, fue muy emocionante. Las
fotos intentan mostrar como se encuentra hoy el Castro de Os
Cabecerios aunque nada se puede comparar como estar allí.
así terminaron mis piernas después de la visita al castro. Las moscas casi terminan con ellas al estar así de lastimadas |