Cuenta la leyenda que en la pradera que había cerca del arroyo vivían siete mariposas de hermosas alas. Las siete eran inseparables y vivían felices volando de flor en flor libando en ellas. Como bien sabemos, las mariposas son en ocasiones algo loquitas en su vuelo y en una de esas ocasiones, la mariposa de las alitas violeta se lastimo con una espina de una zarza. La herida fue tan profunda que la mariposa supo que su vida finalizaba. Sus amigas la recogieron y volaron con ella hasta el cielo pidiendo que si ella se moría, querían morir con ella pues no sabrían vivir sin su amiga. El cielo se cubrió de negras nubes y las siete mariposas desaparecieron entre ellas. Fue una tormenta de lluvia y relámpagos como nunca se había visto. Cuando al fin paso la tormenta y el sol asomaba tímidamente, un luminoso arco de hermosos colores cruzo el cielo. Rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta, las mariposas permanecerán siempre juntas formando el Arco iris.
En a Veiga, hace unos años, mas que ahora, había muchas mariposas. Nosotros subimos todos los días para poder fotografiarlas y conseguir la fotografía de las más difícil. Con paciencia conseguía que no se asustaran y fotografiarlas. Son tan hermosas como el arcoíris. |